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22 de dezembro de 2016

"he mirado largamente el resplandor de tu ausencia"


Se acaba el año.
Sigo sin haber cruzado el océano. Sigo sin querer hacerlo. ¿Porque tengo tanto miedo a volar?
He dejado de sentir el olor del metro a las 6 de la mañana. Crecí, envejecí. Me cojo un taxi a casa y le pago con un billete de veinte.
Cumplo veinticinco años en Estambul. La ciudad me fascina y a la vez me da miedo. No quiero cruzar la plaza principal de Sultahamet. Miro las mujeres de niqab en los ojos, me esfuerzo por no sentir pena, no sé si es amor.
Mi abuelo muere. Veo por primera vez como se oculta la muerte en la tierra. Le compro un ramo de glixias teñidas de azul. Ni sé cuál era su color preferida.
Me dicen que tengo una bacteria en la barriga.
Me dicen que ya no tengo células precancerosas.
Empiezo a rechazar Barcelona, muy sutilmente. Me agobio, odio en silencio, tengo ganas de largarme, quizás de volver.
Escocia me hace muy feliz. Aprendo a apreciar el whisky y decido no volver a comer cordero. Esa tarde soleada, en la playa de Applecross, le he descubierto algún sentido a la vida (pero no os puedo contar cuál es).
Escribo más, sueño otra vez.
Decido cerrar algunos capítulos. Gradualmente empiezo a decir “no”, ¡qué liberador!
No pinto las uñas jamás, vendo mi ropa, me corto mi propio pelo con las tijeras de la cocina. Me empiezo a querer de forma diferente.
Las flores mueren y nacen en mi balcón. Algunas no tengo ni idea que son.
Me encuentro un gusano enorme, amarillo, bello y solitario… me hace sentir extrañamente feliz. La naturaleza me alimenta los sentidos.
Leo poco, pero tengo El Árbol de Fowles en los pies, que me llevan de paseo por Montjuic, por las cascadas de Foyers y por los románticos caminos de la Colline du Chateau como una niña, inocentemente feliz.
Observo mi cuerpo de mujer, consolidado y seguro, sé que nunca voy a ser mama. Mis pezones serán siempre apenas chupados por hombres inseguros.
Me compro una nueva libreta. Empiezo nuevos proyectos. Le digo a la gente que “tengo tanto que decir al mundo”.
Nadie me contesta pero seguiré hablando.
O escribiendo, que eso si es lo mio.



happy holidays!

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