Basada en la novela de Stéphane Osmond, “El Capital” es una película sobre corrupción e avidez extrema, que nos demuestra
el lado más negro de la banca a través de una perspectiva interna.
El personaje principal, Marc Tourneuil (Gad Elmaleh), que se considera a sí mismo como un “Robin Hood moderno” protagoniza una inteligente trama de engaños después de alcanzar el título de director del prestigioso banco Phenix. Absorbido en el sistema capitalista, Marc se convierte en un individuo calculador y materialista; la degradación del alma del personaje es evidente, funcionando como un reflejo de la ambición y falta de escrúpulos asociada al dinero y al poder. La película, que en gran medida puede ser denominada de thriller financiero, viene muy bien en un panorama de crisis mundial: es una historia de ficción que suena muy real.
Aunque tenga alguna caricatura y clichés, Costa-Gravas consigue mantener su rotulo de maestro del cine político, denunciando el lado obscuro de la globalización financiera y de las posiciones de poder. "Vamos a seguir robándoles a los pobres para seguir dándoselo a los ricos", proclama Tourneuil, el héroe repugnante.
El personaje principal, Marc Tourneuil (Gad Elmaleh), que se considera a sí mismo como un “Robin Hood moderno” protagoniza una inteligente trama de engaños después de alcanzar el título de director del prestigioso banco Phenix. Absorbido en el sistema capitalista, Marc se convierte en un individuo calculador y materialista; la degradación del alma del personaje es evidente, funcionando como un reflejo de la ambición y falta de escrúpulos asociada al dinero y al poder. La película, que en gran medida puede ser denominada de thriller financiero, viene muy bien en un panorama de crisis mundial: es una historia de ficción que suena muy real.
Aunque tenga alguna caricatura y clichés, Costa-Gravas consigue mantener su rotulo de maestro del cine político, denunciando el lado obscuro de la globalización financiera y de las posiciones de poder. "Vamos a seguir robándoles a los pobres para seguir dándoselo a los ricos", proclama Tourneuil, el héroe repugnante.
Sin embargo, a pesar de reveladora e acusadora, no es una película original que
deslumbre al espectador. Además, hace falta alguna conexión emocional entre los
personajes – por ejemplo en la relación de Tourneuil con su hijo y mujer – y un
desarrollar no tan rutinero de los hechos.
“El Capital” es un ataque frontal contra
los dirigentes de los bancos. Meticulosa y difícil de seguir, es una película
interesante pero no sorprendente: la conclusión de que el dinero comanda el
mundo ya no es novedad.
Raquel Dias
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